viernes, 18 de enero de 2008

Lustria: El peor de los enemigos




He aquí una pequeña guía de lo que buscarían las razas de Warhammer en Lustria:
El Imperio
El Imperio sufre una larga guerra civil y algunos miran hacia el Nuevo Mundo con la esperanza de que una expedición hermane a los diferentes rivales. Otros pretenden utilizar el oro y las riquezas que encuentren para seguir adelante con sus maquinaciones políticas.
Las ya de por sí ricas clases mercantiles del Imperio siempre están buscando modos de lucrarse y no tardarán en prestar atención a las historias que hablan de los inagotables filones de oro del Nuevo Mundo.
Otros equiparán a sus ejércitos con la intención de saquear un nuevo territorio y desposeerlo de sus riquezas.

Bretonia
Los caballeros bretonianos han estado implicados en una serie de cruzadas para liberar las tierras de Estalia del yugo del príncipe de Arabia, el Sultán de Jaffar, e incluso han llegado hasta las tierras del propio sultán y han capturado parte de ellas. Pero las guerras cuestan mucho dinero y los cofres se vacían.
Muchos bretonianos partirán hacia el Nuevo Mundo con las mismas intenciones que los habitantes del Imperio.
Muchos caballeros viajarán hasta Lustria para obtener fama y fortuna en combates singulares contra las salvajes bestias de la jungla.


Caos
Ahora que los Desiertos del Caos están relativamente tranquilos, los seguidores del Caos han decidido embarcarse en dirección a Lustria, donde esperan conseguir gloria suficiente como para obtener el reconocimiento de sus temibles dioses.
Los piratas norses atacarán las embarcaciones de otros ejércitos en alta mar o esperarán a que sus ocupantes desembarquen en las costas de Lustria para tenderles una emboscada (ya que los Norses conocen estas tierras de sobra).
Los seguidores del Caos encontrarán muchas recompensas en el Nuevo Mundo, desde oro y esclavos a objetos mágicos y los extractos de plantas exóticas, especialmente atractivas para los seguidores de Slaanesh.

Altos Elfos y Elfos Silvanos
Los Asur viven en relativa paz, pues sus siniestros hermanos han vuelto la mirada sobre las razas inferiores. No obstante, las invasiones de las que está siendo objeto el Nuevo Mundo los obligan a retomar las armas para evitar que las criaturas más ignorantes causen al mundo un daño irreparable.
Durante años, los Altos Elfos de Ulthuan han intentado controlar las rutas marítimas del Gran Océano para evitar las incursiones de las razas más jóvenes. Ahora, con más razón, no pueden dejar que otros conozcan la existencia de estas rutas.
Algunos de los líderes más activos de los Altos Elfos enviarán tropas a Lustria con la intención de proteger los lugares que podrían atraer la atención de avariciosos invasores.
Cabe la posibilidad de que un avatar de los Elfos Silvanos haya aparecido en una de las junglas de Lustria con la intención de protegerlas de los salvajes que se internan en ellas.

Elfos Oscuros
Los Elfos Oscuros saben que esta es una era de conquistas y que pueden hacer suficientes prisioneros entre las razas inferiores que viajen hasta el Nuevo Mundo como para llenar sus arcas negras.

  • Los Elfos Oscuros organizan incursiones regulares a Lustria para obtener artefactos mágicos, extractos de plantas venenosas, esclavos y todo clase de botín que caiga en sus manos.

Orcos y Goblins
Ahora que el Imperio se encuentra sumido en una guerra intestina, los pieles verdes se han vuelto muy comodones y están empezando a engordar. Una serie de kaudillos pretenden abandonar estas recién adquiridas costumbres y recuperar su naturaleza; por ello, han decidido viajar hasta Lustria para combatir, pues creen que se trata de una gran oportunidad para demostrar su fuerza.

  • Los Orcos no necesitan excusa para combatir y les encantará seguir a los invasores de Lustria si de esta manera se aseguran una buena pelea al llegar a tierra firme.
  • A los Orcos les encanta hacer prisioneros, ¡sobre todo de otras razas!
  • Los Orcos son seres muy hambrientos y se dice que en Lustria hay gran cantidad de comida (aunque esté viva, sea enorme y esté llena de colmillos y escamas).

Enanos
Es un período de paz y prosperidad para los Enanos, un tiempo en el que los Enanos más jóvenes y los más rebeldes abandonan sus montañas y se embarcan en aventuras por todo el mundo. Los Enanos más viejos les advierten que estas acciones conllevan problemas, pero los jóvenes nunca escuchan…


  • En Lustria hay mucho oro y todo el mundo sabe cuánto les gusta el oro a los Enanos.

No Muertos
La Necrópolis de Zandri acaba de ser profanada y los Reyes Funerarios buscan venganza. Los Condes Vampiro practican la magia negra abiertamente en el Viejo Mundo y ahora quieren convertir el Nuevo en uno de sus reductos.

  • Los No Muertos de la Costa del Vampiro pretenden ampliar sus dominios delante de las narices de los invasores.
  • Para un nigromante no hay mayor recompensa que encontrar los restos momificados de un mago sacerdote.
  • En la antigüedad los Reyes Funerarios navegaban por los océanos de todo el mundo. Cabe la posibilidad de que uno de los que más pasión sentía por la navegación haya resucitado y reorganizado su armada fantasmal. Quizá se trate de la flota del propio Settra…

Hombres Lagarto

El imperio de los Hombres Lagarto ha permanecido en pie durante milenios. La última gran amenaza a la que tuvo que plantar cara fue la llegada del Clan Pestilens, que culminó con el advenimiento del Dios Serpiente Sotek, quien acabó personalmente con los engendros rátidos. Su imperio se ha revigorizado desde entonces y los magos sacerdote tendrán que enfrentarse a un nuevo reto.

  • Los Hombres Lagarto luchan por su tierra, aunque también tendrán la oportunidad de reconquistar los territorios perdidos, como la Costa del Vampiro.
  • Ahora que sus dominios están amenazados, cabe la posibilidad de que los magos sacerdote ordenen a sus tropas que vuelvan a ocupar alguna de las ciudades templo en ruinas y que impidan que caiga.



Skavens
Desde la derrota del Clan Pestilens y la subsiguiente guerra civil que se produjo cuando los supervivientes volvieron al Imperio Subterráneo, los Skavens han hecho todo lo posible por consolidar su poder. Ahora, esta vil raza está preparada para alzarse de nuevo y vuelve a mostrar interés por Lustria.

  • El Clan Pestilens aprovechará todas las oportunidades de que disponga para vengarse de la derrota sufrida a manos de los Hijos de Sotek.
  • Los Skavens quieren aumentar su reino subterráneo para que llegue hasta tierras tan lejanas como las del Nuevo Mundo.

Mercenarios
Las ciudades estado de Tilea están en guerra constantemente unas con otras y estos conflictos cuestan mucho dinero. Muchos de estos estados emplean los servicios de gran cantidad de mercenarios, a los que ahora han mandado a Lustria para que establezcan puestos avanzados desde los que enviar un caudal continuo de oro y gemas que sirvan para satisfacer las ambiciones de los príncipes tileanos.

  • Muchos de los gobernantes del Viejo Mundo alquilarán los servicios de mercenarios para hacer el trabajo sucio en tierras tan lejanas. De hecho, el primer ejército que pisó las costas de Lustria fue el ejército mercenario comandado por Marco Colombo.

Reinos Ogros
Es famosa el ansia de los rudos Ogros por conocer mundo, así que pueden ser vistos en cualquier rincón del planeta. Ahora que se está llevando a cabo la invasión del Nuevo Mundo, los servicios de estos guerreros se pagan muy bien y los comehombres se venden al mejor postor.

  • La curiosidad de los Ogros por el Nuevo Mundo podría originar la llegada a Lustria de pequeñas partidas de guerra. Aunque también cabe la posibilidad de que alguien con oro haya alquilado los servicios de tribus enteras.

Lustria: Asalto a Hexacoatl



Desde el último ciclo solar, Kotlecoatl, el sumo mago sacerdote de Hexacoatl, se veía atormentado por visiones terribles. Al principio eran lejanas y borrosas, pero a medida que el ciclo se desarrollaba se hicieron cada vez más precisas. Ahora estaba totalmente seguro: la ciudad sería atacada muy pronto por una horda de mugrientos engendros rátidos.
El inquieto slann envió mensajeros a sus aliados Altos Elfos de Ulthuan con la esperanza de que entenderían la gravedad de la situación. Los príncipes élficos respondieron sin dilación y enviaron a Lustria un ejército al mando del emisario Iludil. Además, le confiaron la custodia de una piedra sagrada de gran poder, capaz de repeler a la horda skaven...



Cuando los Elfos llegaron a la puerta principal de Hexacoatl, el propio Kotlecoatl salió a darles la bienvenida, pero no hubo tiempo para el protocolo, ya que escucharon un terrible sonido procedente del centro de la ciudad templo, cuyos sólidos muros se estremecieron. Tras ellos podía oírse el tañido disonante de una campana agrietada que anunciaba el inicio del ataque.
Unos segundos después, el pavimento de la plaza de la ciudad explotó en medio de un tremendo ruido. Mientras las losas de piedra quedaban reducidas a escombros, una enorme máquina tuneladora emergió del subsuelo. Unos desdichados eslizones que rezaban en aquel preciso momento en la plaza de la ciudad fueron aplastados por un torrente de bloques de piedra. La máquina excavadora, un invento del demente ingeniero brujo Snavin Sy, continuó girando en el aire durante un momento. Cuando finalmente se detuvo, el agujero vomitó cientos de guerreros de clan y esclavos skavens, como una herida infectada que arrojara pus en el templo. En un abrir y cerrar de ojos, los cientos se convirtieron en miles.


Al mismo tiempo, rayos verdosos de luz hicieron añicos las secciones de fortificaciones de los muros este y oeste. Los saurios que las defendían salieron volando por las aires debido al impacto, y las ratas ogro cargaron a través de una de las brechas echando espumarajos por la boca y con miradas asesinas. En poco tiempo, la zona estaba totalmente cubierta de sangre mientras más saurios, eslizones y un poderoso carnosaurio se unían a la refriega. El impresionante lagarto aniquiló a una docena de las abominaciones infectas, pero la carnicería desencadenada por las ratas ogro resultaba una visión terrorífica y los guerreros de ambos bandos estaban cubiertos de sangre hasta las rodillas.

En la puerta principal, los lanceros del príncipe élfico estaban perfectamente alineados y serenamente esperaban órdenes; sus armaduras de escamas y las puntas de sus lanzas brillaban bajo el ardiente sol de Lustria. El tañido de la campana se acercaba cada vez más y los hombres rata aparecían por todas partes. Unos monjes de plaga surgieron de entre los árboles de la selva, cantando letanías de abyecta devoción al Inmundo. Un enorme skaven cubierto de pústulas y costras apareció montado sobre una rata gigante de seis patas. Al otro lado del campo de batalla, los guerreros de clan habían conseguido escalar una sección del muro, amontonando a sus muertos y usándolos como escaleras, como una tumefacción de pieles y garras infectas. Por todas partes, los Skavens y Hombres Lagarto libraban combates feroces y, aunque resultaba imposible pronosticar de qué lado se decantaría la batalla, una cosa era cierta: la Muerte se cobraría una amarga cosecha aquel día.

Marco Colombo

Marco Colombo es más conocido como el explorador que "descubrió" Lustria, aunque fuera realmente descubierta años antes por los Norses. Marco fue, sin embargo, el primer habitante del Viejo Mundo en establecer relaciones amistosas con los Hombres Lagarto, ¡una tarea nada fácil! Antes del épico viaje de Marco a Lustria, había visitado Arabia como mercader y tomado parte en diferentes batallas navales a lo largo de la costa de Arabia y alrededor de la fortaleza pirata de Sartosa. Por tanto, Marco era un soldado veterano curtido en diversas campañas y era conocido como un capitán mercenario antes de labrarse una reputación como explorador.

A su regreso de Lustria con una gran fortuna en oro y gemas, tomó el control del ejército de su patrón y se convirtió en un general mercenario y poco después se proclamó Príncipe de Trantio. Después de eso encabezó el ejército de Trantio contra las ciudades rivales en numerosas ocasiones, además de en esporádicas expediciones más allá de los Montes Apuccini. También ha enviado nuevas expediciones a Lustria en busca de la famosa colonia norse Skeggi, que finalmente encontró después de bastantes años de búsqueda. Marco es uno de los numerosos generales mercenarios tileanos famosos que no solo han dirigido ejércitos en las guerras de Tilea, sino también en regiones tropicales distantes contra extraños y deconocidos oponentes.


Marco Colombo posee tres objetos mágicos. Siempre son la Gema de Lustria, la Calabaza de Vino de Lustria y el Pergamino de Arabia.
Gema de Lustria
Mientras se hallaba en Lustria, Marco adquirió esta extraña gema como parte de su recompensa por servir a los magos sacerdotes slann como mercenario. La gema está hecha a partir de una piedra verde pulimentada y tallada con la forma de la lengua de una serpiente, la marca del Dios Serpiente de los Hombres Lagarto, Sotek.

Calabaza de Vino de Lustria
Marco siempre guarda consigo su última calabaza de zumo de cactus, ¡al que llama vino de Lustria! Se lo dieron los eslizones en su expedición a Lustria. Aunque para un Hombre Lagarto es tan inofensivo como el zumo de naranja, ¡para un humano es un brebaje bastante potente!

Pergamino de Arabia
Mientras estaba atracado en el puerto de Lashick, Marco realizó su excursión habitual por el bazar en busca de mapas. Uno de los mapas, nada interesante de por sí, estaba escrito sobre un antiguo pergamino con la escritura arcana y parcialmente borrada de la antigua Khemri en el reverso.

Los incursores de Tichi Huichi

Tichi Huichi fue considerado durante muchos ciclos solares el hijo perdido de la ciudad templo en ruinas de Enxilada. Cada mañana durante varias décadas llevó a cabo en solitario un ritual de agradecimiento al sol y cuidó de los pozos de desove de la ciudad.
Un día, sin aviso previo, Huichi fue testigo de una situación que nadie había predicho. De todos los pozos de desove empezaron a nacer eslizones. Huichi, atónito, constató que los jóvenes eslizones tenían una pequeña y elaborada cresta, la marca de Itzl, dios de las bestias, que los hacía destacar entre los eslizones comunes y los predestinaba a cabalgar a lomos de los potentes gélidos cornudos (una variedad de gélido nativa de las Tierras del Sur). Además, la cresta era de color rojo; el color de Sotek.

A continuación, Huichi tuvo una revelación. Descendió a las antiguas cavernas excavadas bajo las ruinas de Enxilada y descubrió que su instinto no le engañaba. En las frías y oscuras aguas de las cavernas se había producido el inhabitual nacimiento simbiótico de gélidos cornudos, con escamas de color rojo. ¡Los planes de los Ancestrales se estaban desarrollando ante sus propios ojos!
Huichi entendió que había sido elegido para liderar aquel nuevo desove al ser testigo de su futuro por unos segundos: cabalgaba a lomos de un gélido cornudo y recuperaba los tesoros de los Ancestrales uno tras otro, en uno y otro confín del mundo, mientras unas voces le guiaban en su quehacer.

Lustria: Los piratas zombi de la Costa del Vampiro

El conde vampiro Luthor Harkon ha sido una plaga para la zona este de Lustria durante varios siglos, y el saqueo de la ciudad templo de Axotl que dirigió ha hecho que los magos sacerdote consideren de máxima importancia la erradicación de su imperio. Ahora que no dejan de llegar nuevas razas a Lustria, Harkon ha diseñado un plan para satisfacer sus más altas ambiciones, sea cual sea el precio a pagar, y ha enviado emisarios con regalos a los invasores de más negro corazón. Estos regalos son unos cráneos de marfil dorados que tienen el poder de invocar a los servidores de Harkon: los cuerpos devueltos a la vida de los marineros ahogados en la Costa del Vampiro. Gracias a estos terribles aliados, los invasores arrasan los lugares sagrados de los Hombres Lagarto; algo que, al mismo tiempo, incrementa el poder de Harkon.

Lustria: La Legión Perdida de Pirazzo

Fernando Pirazzo de Tobaro, un joven pero experto capitán mercenario, fue contratado para comandar una expedición a Lustria. Como imaginó que su regimiento se tendría que enfrentar a las adversas condiciones de la jungla, entrenó a sus hombres en el uso de la pica y la ballesta, las armas tradicionales de los mercenarios tileanos, antes de embarcarse en tamaña expedición.
Después de ser traicionado por los capitanes de la flota en la que viajaban nada más llegar a Lustria, Pirazzo se hizo con el mando de todos los mercenarios, a los que aunó en un solo regimiento que pasó a denominar Legión Perdida. Tras una complicada marcha hacia el interior de la jungla, la Legión Perdida llegó hasta unas ruinas de los Hombres Lagarto. Allí encontraron grandes cantidades de oro y gemas en diferentes cámaras. En cuanto abandonaron las ruinas, los Hombres Lagarto les tendieron una serie de emboscadas en la avenida principal de la ciudad en ruinas, pero ninguna de ellas consiguió hacer el suficiente daño como para que los mercenarios se vieran forzados a huir en desbandada. La primera de las emboscadas había sido repelida con una sucesión de disparos de ballesta y la segunda se había topado con la infranqueable muralla de picas erigida por los disciplinados soldados de Pirazzo.

Después de la segunda emboscada se produjo una pausa y Pirazzo empezó a considerar la posibilidad de hacer un trato con el líder de los Hombres Lagarto. Le ofrecería sus servicios a cambio de oro y así podría regresar a casa con enormes riquezas. Acto seguido, ordenó a sus hombres que dejaran atrás el tesoro y que procedieran a retirarse ordenadamente por la avenida. Sus hombres no podían entender sus órdenes, pero no las cuestionaron ni por un momento y se retiraron hacia las ruinas.
Cuando amaneció, los centinelas no podían creer lo que veían. Ante ellos no solo estaban las pilas de oro y gemas saqueadas el día anterior (exceptuando las más grandes placas de oro macizo), sino montones de comida y enormes jícaras llenas de agua fresca. A los lados de la plaza central había guerreros de los Hombres Lagarto alineados y formando una ruta de salida hacia el Sur. Pirazzo sabía que esta sería su única oportunidad de escapar, por lo que ordenó a sus hombres que recogieran el botín y los víveres y que siguieran la ruta que les señalaba el enemigo. La legión marchó durante semanas, en las que tuvo que combatir con miríadas de zombis de la Costa del Vampiro, hasta llegar al mar.

Lustria: La Conquista del Nuevo Mundo

En todo el mundo, los ejércitos hambrientos de oro se preparan para la guerra. Su destino: el antiguo pero inexplorado continente de Lustria, tierra mágica llena de riquezas en la que no es difícil encontrar la muerte
Corre el año 1492 y el explorador y mercader tileano de origen estaliano Marco Colombo ha vuelto a su tierra natal tras descubrir el continente de Lustria. Las historias que cuenta sobre un lugar de riquezas inimaginables se han extendido de boca en boca y han llegado a oídos de los avaros.
Los ejércitos se arman y se embarcan sin dilación. Las junglas de Lustria pronto sentirán la llegada de los extranjeros, que no tardarán en granjearse la enemistad de los seres que habitan en las profundidades de la selva. Estos extranjeros pretenden saquear las riquezas que los Hombres Lagarto guardan en ciudades templo con millones de años de antigüedad.
Pero los Hombres Lagarto, señores de la magia y la adivinación, están preparados para defender sus junglas de los incautos extranjeros.

Lustria: Introducción

El misterioso continente de Lustria ha permanecido oculto de las demás razas del mundo conocido durante milenios, sin ser objeto de desgracias, plagas y guerras como las que han asolado muchas otras tierras. Ni siquiera la mancha del Caos había llegado hasta allí. Pero en los últimos siglos, un significativo número de extranjeros con la intención de arrasar y saquear asentamientos se ha internado en las junglas de Lustria.